lunes, 27 de junio de 2016

Como agua para chocolate

El 9 de junio celebramos la última tertulia literaria de este curso 2015-2016 hablando de una hermosa novela, Como agua para chocolate, de la mexicana Laura Esquivel. Contamos con numerosos participantes, sobre todo de 3º y 4º  de ESO y 1º de BAT (los de 2º estaban inmersos en plena selectividad).

No se planteó demasiada polémica, dado que a casi todos les gustó la obra, aunque sí se le pusieron algunas objeciones al final, que no fue del agrado de algunos: un final feliz les habría dejado mejor sabor de boca, después del festín gastronómico que fuimos degustando a lo largo de las páginas de la novela.

Llamaron bastante la atención de los participantes algunos personajes femeninos, como la protagonista Tita, con su amor a la cocina, a la vida, y sobre todo a Pedro; o la ardiente y voluptuosa Gertrudis, tan explosiva en el amor como en la revolución; o la tremenda Mamá Elena, defensora a ultranza de las tradiciones más rancias y represivas, pero con un pasado de amoríos prohibidos que se esforzó en mantener oculto toda su vida; o las dos ancianas que "están y no están" a lo largo de gran parte de la obra (Nacha y la abuela india de John), cuya muerte no les impide aparecer y desaparecer de la vida de Tita para guiarla y aconsejarla.

El realismo mágico fue otro tema que mereció nuestra atención; aunque algunos ya lo conocían por otras lecturas (como el relato de García Márquez que compartimos el curso pasado), no dejó de sorprenderles lo hiperbólico de los sucesos que rodean la vida de Tita: el mar de lágrimas de su nacimiento, las increíbles reacciones que provocan sus recetas, los apoteósicos fuegos artificiales  de sus encuentros amorosos... Hubo alguien que incluso protestó por no encontrar verosímiles estas exageraciones, pero es evidente que el lector tiene que entrar en el juego literario que propone la autora si quiere disfrutar a fondo de su lectura; la magia, en esta ocasión, se impone con fuerza a la realidad.


Acabamos así un curso en el que nos ha acompañado la literatura a lo largo de cada trimestre proponiéndonos viajes, aventuras, vivencias y sensaciones de un extremo a otro del mundo, del lejano país asiático del que huyó el anciano señor Linh al mágico México de las recetas de Tita, pasando por las nihilistas discusiones de los adolescentes europeos de Nada. Veremos qué nos depara el futuro. Nada malo podrá ser, si nos viene de las páginas de un libro.



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